Por Melina Blostein*
¿Qué fue la Cantera de
Traductores 2018?
Si tuviera que responder a esa
pregunta, diría que Cantera de Traductores 2018 fue un seminario internacional de
traducción literaria, organizado por ALITRAL, la Alianza Iberoamericana para la
Promoción de la Traducción Literaria, conformada por la AATI (Argentina), la
ACTTI (Colombia), la AMETLI (México) y ACE Traductores (España). La Cantera de
Traductores 2018 reunió a traductores de alemán, francés e inglés a español,
provenientes de Argentina, Chile, Colombia, España y México. Los equipos de
alemán y francés tuvieron el privilegio de contar con la participación de los
autores cuyos textos literarios eran objeto de discusión. La Cantera de
Traductores 2018 duró ocho días y tuvo lugar en Colombia. Durante seis de las
ocho jornadas, los traductores participaron de sesiones de trabajo práctico y
sesiones de discusión teórica en el Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena. Las
últimas dos jornadas estuvieron dedicadas a diversas actividades en la Feria
del Libro de Bogotá.
Sin embargo, creo que toda esa
información no bastaría para que los lectores de esta crónica se hicieran una
idea de lo que realmente fue la Cantera. Para eso, estimo que resultaría mucho
más interesante responder a otra pregunta: ¿qué fue para mí la Cantera?
Para mí, la Cantera fue una
experiencia sumamente enriquecedora. Durante la Cantera, hice amistad con
traductores de diversos países, con quienes pude discutir sobre intereses y
preocupaciones comunes, para llegar a la conclusión de que, aunque nuestros
escenarios pueden ser diferentes, muchas de las situaciones que nos toca
enfrentar como traductores se asemejan bastante. La Cantera me permitió descubrir
la fuerza que pueden llegar a tener las asociaciones de traductores,
particularmente cuando trabajan en conjunto, y me convenció de la importancia
de participar de la vida asociativa para que nuestras condiciones laborales
mejoren y para que nuestra profesión alcance un mayor reconocimiento. Al
promover el diálogo entre la teoría y la práctica, la Cantera me dio
herramientas para adoptar una postura más crítica y más reflexiva sobre mi
propia práctica traductora, y para justificar mis estrategias y decisiones de
traducción. La Cantera me acercó a la francofonía suiza, al permitirme trabajar
con la obra de un autor suizo contemporáneo. Gracias a la Cantera, pude
profundizar mis conocimientos acerca de las distintas variedades del español y reafirmar
mi convicción de que todos perdemos si traducimos al tan mentado español
neutro. La Cantera me abrió las puertas de la Feria del Libro de Bogotá y me
recordó que los traductores también tenemos voz y también somos parte esencial
de la industria del libro.
Para terminar –y para hacer gala
del vocabulario panhispánico aprendido entre traducciones, arepas, discusiones,
bandejas paisas y viajes en combi (¿y eso cómo se decía en Colombia? ¿y en
Chile, en México, en España?)–, puedo afirmar que la Cantera fue una experiencia
de la hostia, muy chida, muy chévere. La Cantera estuvo buenísima.
*Melina Blostein es Traductora
Literaria y Técnico-Científica en Francés egresada del IES en Lenguas Vivas
«Juan R. Fernández» (Buenos Aires) en 2014. Tras finalizar sus estudios,
continuó su formación en diversos talleres de traducción de ciencias sociales,
humanidades y literatura en Argentina, Francia y Colombia. Actualmente traduce
para editoriales y para clientes particulares, y se encuentra finalizando una
maestría en traducción y redacción en París.
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