Hoy nos gustaría recordar que, entre las condiciones que alitral considera básicas e ineludibles en un contrato de traducción con editoriales, están el respeto de los derechos morales del traductor, expresado en la presencia relevante de su nombre, su mención como autor de la traducción en todos los medios promocionales y el respeto de su autoridad última como firmante del texto, expresado en la corrección de las galeradas, en las que no se harán cambios sin autorización expresa del traductor, y en las que su decisión tendrá siempre la última palabra; así como el respeto de los derechos patrimoniales, expresado en tarifas, entendidas como anticipo sobre derechos de autor del traductor, y regalías sobre ejemplares efectivamente vendidos. Ambos derechos son inalienables e irrenunciables según las leyes de propiedad intelectual, y solo se ceden --nunca se transmiten definitivamente-- para la publicación de la obra, pues nunca dejan de ser propiedad del autor de la traducción.
Encontrarán una infografía con estos puntos, para su descarga, en nuestra página Sobre contratos.