Ciudad de México, a 28 de junio de 2022
CARTA ABIERTA
A la Secretaría de Cultura
Al Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales
Al Programa de Apoyo a la Traducción
A los medios de comunicación
Al público en general
El 3 de junio pasado se difundió la Convocatoria 2022 del Programa de Apoyo a la Traducción
(PROTRAD), que no se había emitido desde 2018.
El colectivo de los traductores literarios de México se había estado preguntando, con
preocupación, las razones por las cuales no se había publicado esta convocatoria, del mismo
modo que dejaron de lanzarse las del Premio Bellas Artes de Traducción Literaria Margarita
Michelena y del Premio de Literatura en Lenguas Indígenas, premio bilingüe y que implica la
traducción de obras en lenguas originarias al español. Es importante señalar que los autores
originarios son en la gran mayoría de los casos los traductores de su propia obra y de la de
otros. Hasta la fecha, no se ha hecho aviso oficial alguno por parte de las autoridades
convocantes de dichos premios.
Por lo anterior, si bien el lanzamiento de la nueva convocatoria de PROTRAD ha generado
entusiasmo, al ser en este momento el único programa de apoyo para los sectores de la
edición y de la traducción literaria en el país, lo que se plantea es un mecanismo de
postulación en extremo complicado y difícil de cumplir.
En sus inicios, el programa estaba dirigido a editoriales extranjeras interesadas en traducir y
publicar en su país de origen obras literarias de autores mexicanos. En 2013 ocurrió un cambio
significativo, con la ampliación de la convocatoria para incluir también a editores mexicanos
interesados en traducir y publicar en México obras de autores extranjeros. Se trataba de una
sola convocatoria con dos categorías de postulación que corrían en paralelo y permitían a los
editores nacionales y extranjeros elegir la que les correspondiera.
La nueva convocatoria plantea un harto complicado mecanismo que consiste en “postular un
proyecto editorial integral para traducción y publicación de dos o más obras, mediante el
procedimiento de publicación recíproca con editoriales extranjeras. Cada editorial mexicana
que participe en la convocatoria publicará una obra de naturaleza literaria propuesta por una
editorial extranjera que, a su vez, publicará la obra de una escritora o un escritor mexicanos,
en una sola postulación, de acuerdo con los géneros literarios antes mencionados”. Será muy
improbable lograr que coincidan los intereses, los calendarios y los perfiles de ambas
editoriales para ponerlos en sintonía y armar un solo proyecto recíproco. Además, las editoriales pequeñas, con menos recursos y contactos en el extranjero, se verán
especialmente afectadas, a pesar de ser estas las que suelen apostar por la difusión de nuevos
autores, autores en lenguas originarias y catálogos innovadores.
Por otro lado, emitir la convocatoria en verano, época en la que no se realiza ninguna feria
del libro importante y muchas editoriales y organismos extranjeros de apoyo a la traducción
hacen una pausa en sus actividades de contacto y promoción, dificulta aún más el
establecimiento de acuerdos que desemboquen en una propuesta editorial exitosa bajo el
modelo propuesto.
Si como dice la convocatoria, el PROTRAD “tiene como finalidad contribuir en el
fortalecimiento de la labor de traductoras y traductores, así como colaborar en la difusión y
promoción de la cultura y literatura nacionales en el extranjero [y] además busca promover
el intercambio cultural entre países, la preservación de nuestras lenguas originarias y el
fomento del patrimonio literario”, dicho mecanismo, más que ayudar a conseguir este loable
objetivo, parece tender a obstaculizarlo.
Según los datos disponibles en la página web del FONCA, hasta la fecha se han otorgado
apoyos a más de 150 editoriales de diversos países y se han traducido más de 250 títulos a
alrededor de 30 lenguas extranjeras. En sentido inverso, se han otorgado apoyos a alrededor
de 40 editoriales mexicanas y se han traducido al español de México poco más de 100 obras
escritas en alguna lengua extranjera. Se trata sin duda de un programa de alcances notables
que, debido a una nueva exigencia de reciprocidad para presentar candidaturas, podría dejar
de tener los buenos resultados obtenidos hasta ahora.
Ametli exhorta de la manera más firme a las autoridades responsables a revisar y replantear
los términos de la convocatoria 2022. Sería muy lamentable que el único programa de apoyo
a la publicación de traducción literaria con que contamos en el país viera mermados sus
alcances.
Atentamente,
Consejo Directivo
Asociación Mexicana de Traductores Literarios, A. C.
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